Enrique VIII tuvo seis esposas, la primera de ella Catalina de Aragón, fue entregada al rey después de que ella quedara viuda por la sorpresiva muerte de su hermano y heredero al trono Arturo, pero jamás alcanzaron a consumar su matrimonio por lo que este fie heredado por Enrique junto con la viuda de su hermano.
De este matrimonio Enrique VIII no pudo obtener su mayor obsesión que era la de un hijo varón heredero al trono la única hija que sobrevivió fue la que más adelante conoceríamos como Maria I. Su segunda esposa la conoció porque pertenecía la corte Catalina, Ana Bolena obseiono al rey, con sus encantos logró hacerle creer a Enrique que ella le podía dar un hijo hombre, enloquecido el rey anula su matrimonio con Catalina, sin antes declarar a su primera hija ilegitima y sin antes separarse de la iglesia romana.
Ana Bolena tampoco logra darle un heredero hombre, la única hija que sobrevive es Isabel I, por lo que comienza a perder la atención del rey, en un intento desesperado cuentan que intento procrear con su hermano, pero todo el plan fue descubierto por Enrique por lo que fue condenada por Alta traición y adulterio, lo que significo que fuera ejecutada.
Jane Seymour tercera esposa de Enrique le logro dar el tan anhelado hijo varón que quería el rey pero ella murió a los pocos días de haber dado a luz a Eduardo VI. Después de ellas vinieron otras tres esposas con las cuales no tuvo descendencia Ana de Cleves, después de esta Catalina Howard y por ultimo Catalina Parr.
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