María Tudor es también conocida como María I de Inglaterra, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, fue la tercera mujer en llegar al trono después de Matilde I y de Juana de Grey, es también conocida como Bloody Mary o María la Sanguinaria por la persecución de casi 300 religiosos protestantes a los cuales condenó a morir en la hoguera, ya que está reina intento hacer regresar a Inglaterra a la Iglesia de Roma y con esto al catolicismo.
María I fue traicionado por su medio hermano Eduardo VI quien entendía que si la línea de sucesión de su padre seguía hacia su hermana ella iba a echar para atrás toda la reforma realizada por él y por su padre, por lo que intentó entregarle el trono a su prima Juana de Grey la cual solo duro un poco más de un mes en el poder, ya que María se presentó en Londres y recuperó lo que le pertenecía según la línea de sucesión dictada por su padre.
Durante el reinado María I sufrió dos falsos embarazos, por lo que en el momento de su muerte nuevamente no había heredero al trono y nuevamente la línea de sucesión de Enrique VIII destinó que su media hermana y protestante Isabel I fuera coronada.
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