Carlos I de Inglaterra

Mientras más tiempo de vida tiene una nación, mayor será la cantidad de gobernantes que esta posea. Es algo obvio, aunque, lo que esto pueda significar, pasa un tanto por desapercibido.

El hecho de que un reino sea lo suficientemente longevo como para tener muchos reyes diferentes, quiere decir que han existido una gran variedad de puntos de vista y planes bajo los que ha sido dirigido el desarrollo del país. Esta es la razón por la que, tomando como ejemplo a Inglaterra, podemos encontrar periodos en los cuales se le daba mayor importancia a ciertas religiones o a algunos sectores sociales.

Por eso existen reyes que son considerados como buenos o malos, ya que, dependiendo de a quienes favorezcan y los medios que utilicen, sus tácticas y órdenes siempre tendrán algún impacto, por más mínimo que sea, sobre los distintos sectores de la sociedad.

Pero, de entre todos los reyes de Inglaterra, sólo uno lo ha hecho lo suficientemente mal, y ha tomado medidas tan repudiadas por sus coetáneos, que se ha ganado el castigo legal más grande de todos: la ejecución.

Nos referimos, pues, a Carlos I de Inglaterra, cuyo nacimiento se dio el 19 de noviembre del año 1600, siendo este el segundo hijo del Rey James VI de Escocia.

Juventud de Carlos I

Carlos I de Inglaterra joven
Un joven Carlos I

Carlos I de Inglaterra fue coronado rey de Inglaterra e Irlanda desde el 27 de marzo de 1625 hasta su muerte en 1649, aunque fue considerado por el Libro Guinness como el rey más bajo de Inglaterra, ya que fue un niño subdesarrollado. En 1612, tras la muerte de su hermano, fue nombrado duque de Cornualles debido a que la repentina muerte de Enrique Federico, lo dejaba primero en la sucesión al trono.

La historia de Carlos I comienza de manera difícil; desde su nacimiento era considerado como un niño enfermizo, por lo que, al momento de que su padre heredó el trono y debía dirigirse a Inglaterra para ocupar su puesto, este debió dejarlo en Escocia, ya que el viaje sería muy pesado para un niño con sus características.

Admiraba en gran manera a su hermano mayor, Enrique, quien era heredero al trono y prospecto a ser un gran rey, pero cuya vida se apagó a sus dieciocho años a causa de una fiebre tifoidea, aunque, para aquellos tiempos, se sospechaba de un posible envenenamiento.

Cruz sobre una tumbaEsta muerte causó un gran impacto para el reino, tanto, que su cuerpo estuvo expuesto durante cuatro semanas, y la misa a su nombre atrajo alrededor de un millar de personas. Pero entre los más afligidos por su muerte se encontraba Carlos I, quien cayó enfermo justamente después de enterarse del fallecimiento, pero tuvo que sobreponerse rápidamente a su malestar debido a que ocupaba el puesto de doliente principal del funeral, posición que debía pertenecer a su padre, quien se negó a asistir debido a que odiaba esa clase de eventos.

Y así, bajo gran cantidad de dudas e incertidumbres, Carlos I, lleno de defectos a ojos de muchas personas y mucho más cuando se le comparaba con su hermano, pasó a ser heredero al trono.

Heredero al trono

María Ana de España
María Ana de España

De este periodo como heredero lo que más resalta es el intento de su padre de hacerlo contraer matrimonio con María Ana de España, como una movida política para asegurar la paz entre ambas naciones.

El problema con esto es que, para esos tiempos, existía una fuerte tensión religiosa, y, para empeorar las cosas, el reinado español pertenecía al bando católico mientras que, por parte de los ingleses, el mayor poderío político lo ostentaban los protestantes.

Pero el Rey Jacobo estaba decidido, y, para lograr el casamiento, envió a Carlos I junto a su lord favorito, George Villiers, que era Duque de Buckingham, para concretar la transacción (recordemos que era una boda política).

George Villiers, Duque de Buckingham
George Villiers, Duque de Buckingham

El dilema era que esta relación no era bien vista por los miembros del parlamento inglés, ya sabes, por los conflictos religiosos, y, para hacer las cosas más difíciles, el reino español declaró que la única manera de aceptar la boda era que Carlos I se convirtiera al catolicismo.

Esto era prácticamente un imposible, ya que, de hacerse efectivo el cambio religioso, generaría una gran cantidad de discordia dentro de Inglaterra. Por esto, al volver de España, el Duque de Buckingham y Carlos I solicitaron al rey que declarara la guerra a los españoles. Esta petición fue impulsada por los consejeros protestantes del rey, quien la llevo al parlamento para solicitar fondos de guerra.

Reinado de Carlos I

En 1625 muere Jacobo I y lo sucede Carlos I, quien contrae matrimonio con la católica Enriqueta María de Francia, y es coronado en la Abadía de Westminster en 1626. La aprobación de su matrimonio al comienzo sufrió de una gran desaprobación por el Parlamento ya que se temía que producto de su futura esposa se levantarían las restricciones que había para los católicos con referencia a ingresar al Parlamento británico.

Corona de reyCarlos aseguró a sus parlamentarios, con el fin de calmarlos, que de ninguna manera iba a dar beneficios al catolicismo, aunque existe evidencia de que firmó un tratado secreto con su cuñado, Louis XIII de Francia, para hacer exactamente lo contrario. Además, para preservar la confianza inglesa, su coronación fue realizada bajo ritos protestantes, por lo que su esposa decidió no participar en la celebración (era católica).

Aquí comienzan los enfrentamientos entre Carlos I y los miembros del parlamento. Verás, Carlos era ferviente creyente de que los reyes gobernaban por derecho divino, es decir, que sus poderes como monarcas no eran dados por la población ni ningún ser humano, sino que nacían con deberes y derechos superiores a los demás y que, a causa de su ascendencia real, debían ocupar un lugar de gran importancia en la sociedad.

Mano de Dios con mano humanaObviamente esta forma de pensar se reflejaba en los métodos que tomaba, por lo que no tomaba en cuenta las leyes y acuerdos bajo los cuales gobernaban los reyes ingleses desde poco tiempo antes, que establecían un alto grado de obediencia hacia el parlamento.

Su comportamiento, unido con los problemas religiosos, le hizo ganarse la enemistad de los parlamentarios, por lo que todas sus peticiones y propuestas se encontraban con trabas al momento de ser evaluadas. La tensión entre la corona y el parlamento incrementó luego de una expedición fallida en contra de España, la cual fue liderada por el Duque de Buckingham y que llevó a que los miembros de la Cámara de los Comunes decidieran comenzar los procedimientos necesarios para juzgar al duque bajo el cargo de traición.

Hombres enfrentándoseClaro está que Carlos I no se quedaría de brazos cruzados mientras su amigo era condenado, por lo que arrestó, frente a la Cámara, a dos miembros que habían hablado en contra del Duque, quienes fueron liberados luego de una semana.

Los conflictos se intensificaron, hasta llegar al punto en que los miembros de la Cámara de Los Comunes realizaron una protesta formal, y exigiendo que Buckingham fuese removido de su puesto. ¿Cómo reaccionó Carlos I a esto? Pues, removió el parlamento.

Anteriormente mencionamos que Carlos había realizado un acuerdo secreto con su cuñado para apoyar a Francia y al catolicismo, pues bien, decidió traicionar este acuerdo, lanzando un ataque a las costas francesas, liderado por Buckingham, el cual volvió a resultar en un rotundo fracaso. Ahora eran enemigos tanto de España como de Francia.

monedas esparcidasCreció, entonces, la necesidad del rey de conseguir fondos para poder financiar sus movidas contra ambas naciones, por lo cual declaró un impuesto sin la autorización del parlamento y, además, se encargó de aprisionar a quienes no cumplieran, lo que incrementó el desagrado hacia su gobierno.

Pasa el tiempo y Buckingham es asesinado, lo cual afectó enormemente a Carlos I, pero, a su vez, generó alegría en la población, y mermó los enfrentamientos contra España. El conflicto con el Parlamento, sin embargo, permaneció igual.

Es en este momento de la historia Carlos I decide cerrar el parlamento y gobernar bajo su propia autonomía, todo debido a la falta de apoyo a la hora de recibir fondos por parte de los parlamentarios, esa época fue conocida por la historia como los Once años de Tiranía.

A pesar de este nombre, fueron tiempos relativamente pacíficos si los comparamos con los anteriores, ya que, para evitar verse obligado a llamar de nuevo al Parlamento y solicitarles dinero de guerra, decidió firmar la paz con Francia y España.

Primera Guerra Civil de Inglaterra

Campo de guerra inglésPero entonces estalló una guerra contra los Escoses, motivada por conflictos religiosos, por lo cual el rey Carlos estuvo en la necesidad de convocar a una sesión parlamentaria para obtener fondos, pero resultó una medida infructuosa ya que se negaron a financiarlo, a lo cual él respondió volviendo a disolverlo.

Carlos I se vio entonces obligado a volver a llamar al parlamento, pero resultó de la misma manera que la vez anterior a pesar de sus intentos por ganarse la aprobación de los parlamentarios y, entonces, ocurrió: el parlamento le exigió entregarles el control sobre el ejército, a lo que el rey contestó “Por Dios, ni siquiera por una hora”.

Todas estas diferencias concluyeron en una guerra civil entre el Rey y el Parlamento, la cual concluyó con la derrota de Carlos I, en parte debido a su inexperiencia como general.

Único rey inglés en ser ejecutado

Horca

Fue tal la molestia de los nobles que Carlos trasladó su corte a Oxford desde donde manejaba el norte y el oeste de la isla mientras que el Parlamento manejaba el resto desde Londres, posterior a este periodo comienza la conocida revolución civil Inglesa, la cual tiene como consecuencia la detención y acusación de Carlos I, los cargos eran: bajo los cargos de alta traición y de “otros altos crímenes”, por lo cual es ejecutado en 1649.

Durante todo el proceso de juicio se mantuvo apegado a sus creencias de superioridad, a pesar de declaró que cada una de sus acciones eran por el bien de la gente de Inglaterra, y, al final, aceptó su sentencia y la recibió sin retractarse, aunque siempre alegó que fue un mártir para su pueblo.

Fuente: foto

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